Santiago Merino, el poeta escondido en la ciudad

11.03.2020

Por Carson R. Julián

INTRODUCCIÓN:

El siguiente texto está conformado por tres partes. La reseña del libro de poemas, TRICEFALO; la justificación de la reseña y una breve selección de poemas de la obra. Cabe destacar que Santiago Merino Acevedo fue galardonado con el Premio Copé de Oro, en el año 2016 por su cuento "El Cuadro de Marilyn".

I PARTE:

En lo que a poesía peruana se refiere, muy pocas veces me he topado con un poemario que desde el inicio hasta el final de muestra de una maestría y originalidad como lo hace la obra TRICEFALO, poemario de Santiago Merino que fue escrita en la década de los 70s y que vio la luz recién en el año 1992 [1].

Los motivos de porque se mantuvo inédita son inciertos. Pero en lo que respecta a la obra poética en sí, hay muchas cosas que destacar, sin embargo eso sería motivo de un estudio profundo que seguramente los críticos literarios abordarán en un futuro, esperemos, muy cercano.

Este poemario está conformado por tres libros o tres capítulos: Cartas a Trim (que consta de dos sub-capítulos los Prólogos y Los Poemas), Laberintico y Poemas a Cirse. Cada uno de ellos con un tono de voz y lenguaje distinto, que en ningún momento rompen la unidad del poemario.

Las Cartas inician con una voz en segunda persona que inventa un alter ego: Trim, que vendría a ser el destinatario de todas las dudas existenciales que acosan al poeta y al que retrata como un artista con ambiciones cosmopolitas que deja la ciudad de Trujillo para viajar a París. En todo el primer capítulo se puede apreciar cierto hilo narrativo, desde la descripción de la vida cotidiana en el Centro Histórico de Trujillo de esa época hasta las peripecias de Trim en la bohemia capital de Francia.

Sin embargo el poeta deja abierta la posibilidad de que todo el viaje a París sea un sueño, muestra de ello es el poema "Primera Carta" que se presta a muchas interpretaciones.

"Los prólogos" cuentan la pesantez de la rutina en una ciudad chata de miras, en la que todos somos parte, y como cada día esta nos absorbe invadiendo desde nuestro lugar de trabajo hasta nuestro hogar dotándonos de hábitos que nos envilecen y atrofian tanto el cuerpo como la mente.

En qué momento dejó la ciudad de ser un buen lugar para vivir, se habrá preguntado el poeta...?

En el sub-capitulo, "Los Poemas", Trim está en París y Santiago Merino hace gala de todo su potencial poético empleando recursos estilísticos de manera quirúrgica, con un lenguaje coloquial certero y referencias tanto históricas como literarias para dotar a su poesía de una identidad propia.

En el "Laberintico", el lector podrá notar la existencia de una confrontación que realiza el poeta utilizando al lenguaje como un arma de doble filo, contra sí mismo y también contra la vida misma, explorando sus dimensiones lúdicas y a la vez dotándole de una voz telúrica que hace de cada verso suyo una sentencia filosófica. Cabe aclarar que a pesar de la ambición experimental de este capítulo, en ningún momento la poesía de Santiago Merino se torna oscura ni hermética, al contrario el ritmo y la musicalidad siguen intactos.

En el tercer y último capítulo, "Poemas a Cirse", asistimos al despliegue de un discurso amoroso y erótico, con un lenguaje cargado de metáforas e imágenes sugerentes que denotan sensualidad, donde el poeta ve en el amor, un último refugio que puede hacer frente a la deshumanización que devora tanto a varones como a mujeres que viven en la ciudad. Una suerte de boceto idílico dedicado a Cirse, la amada de Trim, que narra el goce, la ternura y el cariño, pero también la ausencia, el adiós, y la fatalidad de un desenlace que no siempre es el deseado.

II PARTE:

Alguna vez William Carlos Williams mediante correspondencia dio algunos consejos de cómo hacer poesía al poeta de la beat generation, Allen Ginsberg. Consejos que le ayudarían a encontrar su propia voz, y que posteriormente le ayudarían a escribir su "The Howl", poemario que causaría revuelo a mediados del siglo XX en Norteamérica.

A continuación las sugerencias que le hizo W.C.W.:

"1) No emular viejos maestros.

2) Hablar con tu propia voz.

3) Utilizar imágenes visuales fuertes.

4) Cambiar el registro formal por el verso libre". [2]

Si Santiago Merino hubiese tenido la suerte de haber hecho llegar su TRICEFALO mediante correspondencia a W.C.W., este último hubiese quedado muy satisfecho con el poemario de nuestro poeta trujillano.

Y es que a fin de cuentas TRICEFALO no tiene nada que envidiar a ningún libro de poesía de su época, ya sea la poesía vertida por el movimiento horazeriano o la poesía hecha por la generación del 60. El lugar de Santiago Merino dentro de la pequeña mesa de nuestra poesía peruana está allí, junto José Watanabe, Enrique Verastegui, Jorge Eduardo Eielson, Blanca Varela y todos aquellos poetas que son homenajeados y recordados cada año en nuestro país.

III PARTE:

5 POEMAS DE TRICEFALO


RETORNO

No, ahora ya no puedes dar marcha atrás.

¿Qué vainas son esas de volver, Trim?

París es un terreno propicio

como una ventana abierta en el dorso del mundo.

Puedes hacer las cosas más sublimes y arbitrarias:

arrastrar cadenas por el Arco del Triunfo

Desnudar a una joven en algún teatro del bulevar Port Royal

leer a Saint-John Perse bajo su propio balcón.

¿Para qué volver?

Aquí, siguen bailoteando las quimeras de siempre.

A veces, Trim, dan ganas de decir:

"claro, por supuesto,

ya tengo la llave del tiempo

puedo abrir cualquiera puerta mágica y largarme

al País de las Maravillas a charlar de aberraciones

Sexuales con Alicia".

A veces también dan ganas de asomarse al muelle de Salaverry

en busca de las corruptas sirenas del buen Ulises.

Tonterías, casi siempre terminamos fumando y meneando

Resignados la cola.

La misma vaina de siempre.

¿Para qué vas a volver, Trim?

Tu nunca fuiste bueno para soportar quimeras.

HERENCIA

Mi legado será de pocos bienes, Trim.

Algunos poemas dubitativos.

Un par de súcubos que han manoseado mi sexo cada noche.

Un racimo de solemnes ratas blancas.

Quizá debo dejarte también este escozor

que me agobia desde los riñones hasta el cruce Pineal

sin dar la cara ni en mis riñones ni en el cerebro.

(Una cuestión emotiva dice emotivamente el analista).

He pensado dejarte también los quinientos magazines

que he embutido en bolsas de polietileno.

Creo que sería divertido que observes estos últimos años

del Perú por sobre el hombro.

Verás que rompecabezas, Trim.

Que cantos de sirenas y que tinglado de marionetas.

Unas cuantas charadas apenas digeribles con Coca-Cola y

un par de aspirinas

Algún día heredarás todo esto, Trim,

Cuando me anime a activar un gatillo obsceno

y mi Smith Wesson reviente con un sonido

bárbaro y anhelado.

Hasta entonces continuaré haciendo castillos en la arena.

II

Frente a ti

viejo funambulero

está la disyuntiva de siempre

y como siempre: torpe, áspera,

ineludible aunque cierres los ojos

y te solaces con tus sueños

¿Qué hacer?

Si por un rato posible fuera

soportar el aire denso

de la densa oficina o

las turbias caras de los turbios vecinos

o los acertijos de cada recodo de la ciudad,

quizá podríamos entonces

doctorarnos de correctos cristianos,

capaces, catedráticos y carismáticos

dueños de los 18 padrenuestros y las 200

avemarías.

Si pudiéramos hacer todas esas maravillas

con sus lámparas y aladinos

para desertar de nuestros sueños, hincones

y pesares

y poder hundirnos, libres de polvo y paja

en el pantano de la diaria disyuntiva.

IX

Oh, laberíntico ico prosódico

oh, añeja desazón de los doce

clavos de acero

clavados en el costado

del hombre ya clavado.

Oh, tela de araña

que avanza

se contrae se contrae

en cada minuto de un segundo

y cada arruga que, benigno,

el tiempo nos encaja.

Oh, multiplicación de los panes

-¿2 x 2 son cuatro?-

y su repetitivo, prestidigitadorativo

origen bíblico: treinta años por treinta

que estamos en el país mismo

construido a salto de mata la noche

de nuestro matrimonio.

¡Diantre!, ¿Cómo fuimos a olvidarnos

de ponerle ventanas y una puerta de escape?.

EXPLORACIÓN

La poesía o el puñal que rasga

la corteza de tu espalda, y

un sorbo de vino recién destilado

me conmueven.

La poesía que sabes anidar en tu vientre

para que mil ciegos la desnuden.

Estoy a tus espaldas.

Prendido de tu sombra que irradia

de tu herida en el costado.

Es un amanecer.

Tu almohada siente mis huellas

y el eco de mil tambores.

La poesía. Nunca será más hermosa la poesía

que en tus jadeos y en mis caídas. 

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

[1]  https://buenosairespoetry.com/2017/07/12/escrito-en-mis-suenos-por-william-carlos-williams-poesia-beat-de-allen-ginsberg/ 

[2]  COLECCIÓN HOMENAJE AL CENTENARIO DE CESAR VALLEJO. MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE TRUJILLO. Edición dirigida por Santiago Aguilar y Luis Eduardo García en 1992. 

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar